Los estereotipos y prejuicios son ideas que tenemos sobre acontecimientos, grupos, generaciones, nacionalidades y características de determinadas personas que pueden llevarnos a adoptar actitudes negativas hacia ellas.

• ESTEREOTIPO: El término se refería originalmente a un molde de papel maché rígido y reutilizable utilizado en tipografía. A principios del siglo XX, evolucionó en psicología social para describir las imágenes mentales rígidas o «moldes cognitivos» que utilizamos para representar la realidad.
• PREJUICIO: Puede considerarse una evolución del estereotipo, porque representa un «pre-juicio», es decir, un juicio negativo que precede a nuestra experiencia directa.

Los prejuicios y estereotipos no son aleatorios. Se derivan del bagaje cultural de un grupo social, que se transmite, cristaliza y aprende a través de la socialización

Dos formas de aprenderlos:

1. Adoptar los prejuicios de los padres/familiares
2. Crecer en un entorno que hace a los niños desconfiados o temerosos

El estereotipo puede considerarse una hipó tesis (componente cognitivo), el prejuicio una creencia (componente evaluativo) y ambos pueden conducir a la discriminación, que es una acción (componente conductual).

• El ESTEREOTIPO constituye la base del prejuicio.
  • El factor cognitivo está relacionado con el estereotipo, luego hay un factor evaluativo del que surge el prejuicio.
• El PREJUICIO está vinculado a un aspecto más afectivo.
  • Cuando evalúo los sentimientos que siguen al prejuicio, se produce un factor de comportamiento, a través del cual discrimino. De hecho, esto puede llevar a la discriminación.
• Así pues, la DISCRIMINACIÓN es un componente del comportamiento.
  • Esto se debe a que conduce a un cambio en la forma de actuar.

La escala de Allport, una herramienta para medir el odio y los prejuicios en la sociedad, clasifica a los grupos en dominantes o minoritarios. Identifica cinco niveles de prejuicios.

• Antilocución: discurso negativo del grupo dominante sobre la minoría, que fomenta los prejuicios. 
• Evitación: evitación deliberada del grupo minoritario por parte del grupo dominante.
• Discriminación: separación jurídica y social del grupo minoritario. 
• Ataque físico: daños personales o materiales infligidos al grupo minoritario. 
• Exterminio: esfuerzos organizados para eliminar al grupo minoritario, incluido el genocidio.

La escala ilustra cómo se intensifican los prejuicios si no se contrarrestan con empatía y respeto hacia los demás.

Según Eurostat (Eurostat 2023), varios grupos en Europa sufren una discriminación significativa, con actitudes prejuiciosas generalizadas presentes en varios países. La discriminación suele derivarse de la dificultad para aceptar la diversidad y tiene como objetivo principal:

La comunidad romaní (65%)
Color de piel (61%)
Origen étnico (60%)
Identidad de género (ser trans, 57%)
Orientación sexual (54%)

Las formas de discriminación o acoso más frecuentemente mencionadas se basan en:

• Estatus socioeconómico
• Edad
• Género
• Opiniones políticas
• Aspecto físico general

Los espacios públicos y los lugares de trabajo son los principales escenarios donde se producen estos comportamientos discriminatorios o de acoso.

Por ejemplo, impacto de las desigualdades socioeconómicas en la educación

• Podemos tomar como ejemplo el macrogrupo de los que viven en condiciones socioeconómicas desfavorecidas.
• Las personas en condiciones socioeconómicas desfavorecidas se enfrentan a importantes retos debido a las limitadas oportunidades inherentes a su situación. Esta dificultad se ve agravada por la discriminación social generalizada. Dicha discriminación suele estar arraigada en una combinación de prejuicios y estereotipos.
• Por ejemplo, la gente puede juzgar las capacidades laborales potenciales de alguien en función de su origen o suponer que las personas procedentes de entornos socioeconómicamente desfavorecidos tienen menos formación. Estos prejuicios y estereotipos agravan aún más las barreras a las que se enfrentan estas personas.

Hace aproximadamente un siglo, el escritor estadounidense Mark Twain, en el volumen satírico Cartas desde la Tierra, presenta un experimento realizado por Satanás para investigar la intolerancia entre los humanos (Animales Racionales) y los demás animales:

«En una hora, enseñé a un gato y a un perro a ser amigos. Los metí en una jaula. En otra hora, les enseñé a ser amigos de un conejo. En el transcurso de dos días, conseguí añadir un zorro, un ganso, una ardilla y algunas palomas, y finalmente incluso un mono. Convivieron en paz, incluso cariñosamente. Luego, en otra jaula, encerré a un católico irlandés de Tipperary y, en cuanto pareció domesticado, añadí a un presbiteriano escocés de Aberdeen. Luego, un turco de Constantinopla, un griego cristiano de Creta, un armenio, un metodista de las tierras salvajes de Arkansas, un budista de China y un brahmán de Benarés. Por último, un coronel del Ejército de Salvación de Wapping. En este punto, me fui durante dos días enteros. Cuando volví para observar los resultados, todo iba bien en la jaula con los Animales Superiores, pero en la otra -llena de humanos- había tal caos sangriento que sólo se distinguían trozos de turbantes, fezzes, kilts, huesos y carne: no había sobrevivido ni un solo espécimen. Estos Animales Racionales no se ponían de acuerdo en un detalle teológico y habían llevado el asunto ante un Tribunal Supremo» (Cartas desde la Tierra,Twain, 1962, pp. 180-181).

El ejemplo de Twain muestra cómo las etiquetas conforman la dinámica social y la discriminación. Mientras que los animales viven pacíficamente sin categorías, los humanos, divididos por etiquetas, se enfrentan a conflictos. Las etiquetas crean divisiones y alimentan los prejuicios. Por eso, para fomentar la inclusión, es esencial utilizar un lenguaje respetuoso.

«Persuasivos son los estereotipos, palabras que contienen muchas connotaciones culturales, psicológicas y emocionales: todas simplificaciones, pero todas muy bien grabadas en el imaginario colectivo. Una vez aplicadas, estas palabras pegajosas transmiten cualquier otro juicio dentro del marco que crean». - Matteo Rampin

«No soy racista, pero…» ¿Cuántas veces hemos oído esta frase? A pesar de los avances contra la discriminación, aún queda mucho camino por recorrer. Los estereotipos conllevan connotaciones culturales y psicológicas que conforman las percepciones sociales. Una vez asociados a un grupo, influyen en todos los juicios sobre él.

Incluso afirmaciones aparentemente inofensivas como «no soy racista, pero...» perpetúan estereotipos y prejuicios, reforzando divisiones y desigualdades. La terminología discriminatoria fomenta los sentimientos de exclusión y legitima los comportamientos discriminatorios.

Utilizar un lenguaje  respetuoso e integrador no es sólo corrección política, sino una forma de EDUCACIÓN y RESPETO, esencial para construir una sociedad más equitativa y justa.

Para superar los límites construidos a partir de estereotipos y prejuicios, es necesario partir de dos herramientas fundamentales:

• EMPATÍA
• RESPETO

Empatía viene del griego empateia, y significa «sentir dentro de otro».

Es «una respuesta emocional dirigida hacia el otro, coherente con la percepción de su bienestar» (Bateson). Esto nos ayuda a crear una especie de hilo invisible que nos conecta con los demás individuos, independientemente de sus características.

Por tanto, la empatía debe guiarnos en:

• Adoptar la perspectiva del otro.
• Reconocer las emociones de los demás.
• Responder adecuadamente a las emociones de los demás.

Cuando comprendemos profundamente los sentimientos y experiencias de otra persona, automáticamente desarrollamos un respeto genuino por su individualidad y sus vivencias. Inducir empatía hacia los miembros de grupos estigmatizados no sólo reduce los prejuicios, sino que lleva a reconocer y respetar sus diferencias, viendo la humanidad compartida que nos une.

La empatía y el respeto deben ser el punto de partida para romper la cadena de estereotipos y abrazar la diversidad. Hay 3 puntos básicos de los que partir para convertir la empatía en un arma de integración:

• Empatía intercultural: Una forma poderosa de desmantelar las barreras creadas por los estereotipos es a través de la empatía intercultural. Al tratar activamente de comprender y apreciar las diversas culturas y perspectivas, cuestionamos nuestras ideas preconcebidas y desmantelamos los estereotipos perjudiciales.
• Diálogo y respeto: Este enfoque implica entablar un diálogo abierto y respetuoso, fomentar conexiones genuinas y reconocer el valor inherente de la diversidad.
• Autorreflexión sobre los prejuicios: Las personas deben reflexionar sobre sí mismas para identificar y afrontar sus propios prejuicios y estereotipos. Al reconocer y cuestionar nuestras suposiciones, podemos ser más empáticos y abiertos.

En un mundo en el que las diferencias pueden convertirse a menudo en barreras, la escucha activa ofrece un camino para superar las divisiones. Se trata de una habilidad comunicativa que va más allá de simplemente oír palabras. Implica procesar, comprender y responder activamente al mensaje verbal y no verbal del interlocutor.

Al estar plenamente presentes y conscientes durante las conversaciones, la escucha activa nos permite conectar profundamente con los demás, comprendiendo sus emociones y perspectivas. Esto fomenta la empatía.

La escucha activa también nos permite mostrar respeto valorando las palabras, ideas y emociones de la otra persona. Esto ayuda al interlocutor a sentirse comprendido y cercano a nosotros, independientemente de los factores que nos unan o nos separen, salvando así la brecha creada por la diversidad.

Las técnicas de escucha activa ayudan a salvar las distancias entre las personas fomentando la empatía y el respeto. Permiten conectar con las emociones del interlocutor, validar sus experiencias y construir un diálogo respetuoso a través de la escucha atenta y las respuestas.

1. Suspender el juicio y mostrar una mentalidad abierta al interactuar con personas de culturas, orígenes o experiencias diferentes. En lugar de formarse una opinión o un juicio inmediatamente, escuchar con atención y hacer preguntas que exploren las perspectivas únicas de la otra persona. Esta práctica favorece la comprensión y fomenta la inclusión.
2. Cuando se habla de experiencias relacionadas con la diversidad, una técnica eficaz de escucha activa consiste en crear un puente entre lo que la otra persona está compartiendo y tus propias experiencias, sin disminuir ni eclipsar su historia. Este enfoque no sólo demuestra empatía, sino que también refuerza el sentimiento de conexión al reconocer tanto las similitudes como las diferencias de las experiencias individuales.
3. Formular preguntas abiertas en lugar de limitarse a preguntas que requieran sólo un «sí» o un «no» como respuesta. Este enfoque demuestra un interés genuino por los pensamientos y sentimientos de los demás, lo que ayuda a salvar las distancias entre las personas y a reducir el distanciamiento causado por las diferencias.